La pesca artesanal en el archipiélago de San Andrés es una actividad ancestral que se sustenta en base a sus ecosistemas marinos coralinos. Las capturas se realizan empleando técnicas y artes de pesca tradicionales, como la línea de mano (reel), nasas, buceo a pulmón con arpón y gancho. De acuerdo con los registros de información de monitoreo que lleva a cabo la Secretaria de Agricultura y Pesca, la línea de mano es el arte más utilizado, presentando más del 90% de la pesca artesanal de Isla.

Los principales desembarcos de la pesca artesanal provienen de zonas cercanas a la isla, Outside Bank (zona nor-oriental), Southend Bank (zona sur) y Under the Lee (zona occidental) y en East South East (Cayo Bolívar), Albuquerque y Far Bank. Asimismo, realizan sus faenas utilizando distintos tipos de embarcaciones como Canoas, Pangas, Lanchas, King fibers y Go fast Se han tomado registros de 100 especies, de los cuales 33 de ellas son pelágicas (viven en la columna de agua) y 67 demersales (vive en el fondo marino). Sin embargo, solo once de estas especies conforman entre el 77% y 91% de la biomasa registrada en las capturas interanuales (2004-2015). Esta lista la encabeza el Black bonito Thunnus atlanticus, con un promedio del 33% de la biomasa general (Rojas, A. et al., 2015). Así mismo, se desembarcan langosta espinosa Panulirus argus y caracol pala Aliger gigas.

El recurso caracol pala, es muy importante en el uso tradicional gastronómico de la población raizal. Sin embargo, esta especie se encuentra en el apéndice 2 de CITES, por lo cual está restringida su comercialización y solo se permite su captura en Cayo Serrana para el consumo local, a fin de garantizar el aprovechamiento sostenible; dado que la población de este recurso presenta signos de sobreexplotación. Por otro lado, la langosta espinosa a pesar de estar en la categoría de vulnerable en el libro rojo de invertebrados marinos de Colombia (2002), su situación es más favorable que la del caracol pala y soporta una pesca comercial más fuerte. El recurso llego a encontrarse cercano a los límites de sobrepesca (Prada, et al., 2004). Sin embargo, los indicadores biológicos han mostrado que el recurso se encuentra en un estado de recuperación, pues el manejo de las pesquerías ha adquirido una mayor eficiencia.

En la actualidad la pesca en la Reserva de Biosfera Seaflower,

Actualmente la pesca en la Reserva de Biosfera Seaflower, especialmente en la zona sur del Área Marina Protegida enfrenta grandes retos que han dado como resultado indicios de sobrepesca de algunos recursos y períodos de tiempo (Santos, M. et al., 2013). Las causas son múltiples y la mayoría relacionadas entre sí; la sobrepoblación en la isla, el turismo masivo, la degradación de los ecosistemas marinos estratégicos y la pesca ilegal juegan un papel importante que amenaza la sostenibilidad de la pesca. Esta última causa, la pesca ilegal, acentuada desde 2006 por el aumento del número de pescadores en el área, algunos de los cuales se les conoce como rinconeros debido a su lugar de procedencia Rincón del Mar, Sucre, quienes ingresaron varios años atrás, para participar como buzos en faenas industriales en el norte del Archipiélago, sin embargo, algunos permanecen en la isla y ahora pescan principalmente en el Cayo Bolívar (Prada, M. 2009).